miércoles, 25 de marzo de 2015

Red Bull se equivoca de enemigo...pero se sirve a su objetivo


Y la guerra entre Red Bull y Renault estalló públicamente. ¡Y de que manera!. Lejos de emplear un lenguaje ambiguo, con trazos suaves en cada palabra, los protagonistas han optado por el ataque directo, utilizando verdaderos "punchs" verbales  a los que se suponen son sus socios y no sus rivales. ¿Quien lo inició todo?¿Que sentido tiene iniciar una confrontación de este tipo?¿hacia donde puede llevarles?. Red Bull ha iniciado una confrontación pública porque entiende que es una manera de salvar públicamente su imagen. Pero el precio de sus palabras, de alguna manera, puede ser más caro del que piensan a priori. Pero vayamos por partes...


Todo comenzó con declaraciones de Christian Horner, en las que que criticaba el trabajo realizado por Renault para mejorar su motor desde donde lo dejaron en Abu Dhabi 2014. El director de la escudería austriaca decía que la marca francesa había dado un pasó atrás respecto al año pasado , haciendo que la diferencia con los líderes aumentara y que el resto de equipos, especialmente Ferrari, les pasara por encima. Su resumen: el motor está lastrando nuestro magnífico chásis:


"It's frustrating we are effectively further back than we were in Abu Dhabi in both power and driveability. It means we haven't seen the potential of our car yet because it's masked by the engine issues we have."

"Across the four cars (Renault also supply Toro Rosso) we had two engine failures - one within five laps - and a whole bunch of reliability problems. 'It's not the start Renault can afford to have."

Lógicamente, Renault, que está en la F1 para publicitar su tecnología, sintió este ataque público como algo especialmente grave teniendo en cuenta que desde que en 2010 se dedicaron a ser exclusivamente suministradores de motores y entendieron a Red Bull como su cliente preferente. Tan bien les fue que ganaron 4 mundiales de manera consecutiva. Y el papel del motor fue casi tan determinante como los diseños de Adrian Newey. Ningún otro motor entendió tan bien las necesidades aerodinámicas, siendo el más inteligente en el tratamiento de los flujos del aire proveniente de los escapes hacia el difucor y la zona trasera del monoplaza. Por ello, el ataque de Horner suena a cliente desagradecido. Por eso desde Renault han sentido que era necesario poner las cosas en claro, declarando que los problemas de Red Bull no son exclusivamente de motor. Y Cyril Abiteboul lo ha querido dejar claro:

"It is hard to have a partner who lies. Adrian is a charming gentleman and an outstanding engineer, but he has spent his life criticising engine manufacturers. And he's too old to change."





Pero ahora bien ¿de que les sirve a ambas partes llevar estos desacuerdos a lo público?¿de que le sirve a Red Bull enfrentarse a su socio de manera pública?. Particularmente, este tipo de comportamientos suelen llevar a un fracaso claro y contundente, pues se pierde más tiempo en intentar culpar a la otra parte en vez de ayudarla a solucionar los problemas. Si algo les sirvió en el pasado para triunfar a Red Bull fue la completa sintonia entre las necesidades de los inventos de Adrian Newey con los requisitos que debía tener el motor para hacer de ese chasis un monoplaza ganador. Si esa sintonía se pierde ahora tras un mal comienzo, equipo y motorista perderán el tiempo en intentar demostrar que es la otra parte la que falla en vez de ayudarse a mejorar el conjunto. Ferrari y Mercedes lo celebrarían, por supuesto, pero por eso se entiende menos que sean capaces de ser tan torpes aplicando esta política. Así que si por torpes no se les tiene, ¿que puede haber más allá de estos ataques?. Una de las opciones, barajada en otras ocasiones e incluso mencionada por el equipo este mismo año, no es otra que su salida de la F1. Sin Renault, Ferrari no va a suministrar motores al que ha sido su archirival. Mercedes, con un equipo Campeón del Mundo, no tiene necesidad de facturar más dinero ni mucho menos darse un tiro en el pie suministrando sus poderosos motores al único equipo que con un motor a la altura, supone la mayor amenaza para lograr los Campeonatos. Y no lo olvidemos, Mercedes quiere ganar los Campeonatos con su propio equipo, ya que para eso lo compraron y se gastaron una buena cantidad de dinero estando cómodos como estaban en McLaren. Sin Renault, la única opción posible a corto plazo parece Honda, y de momento están 100% centrados en McLaren. Sin motorista, la opción de su salida sería más  factible, y la duda que queda en el ambiente es si toda esta pantomima intenta forzar precisamente eso, su salida de una disciplina a la que contractualmente están comprometidos por varios años. 

Red Bull, como cualquiera que haya saboreado el éxito, se ha acostumbrado fácilmente a ser una fuerza dominante, el principal actor protagonista, y perder ese rol no está dentro de los escenarios donde ellos se sientan cómodos en la F1. Sin luchar por los mundiales, su aventura en el Gran Circo tiene fecha de caducidad. Y tan es así que públicamente han usado todo los medios posibles (declaraciones de sus miembros mediante) para condicionar su presencia si la F1 no cambia la normativa sobre motores con el fin de igualarlos a todos. Y de repente, la FIA, pone en duda los motores de Mercedes y Ferrari por el famoso flujo de combustible. Si Renault no puede solucionar los problemas, que menos que crear la bajada de prestaciones del resto como forma de progresar rapìdamente. Y sino, siempre queda su salida. Pero el objetivo sigue ahí: estar en la F1 si es para ganar o largarse si pasan a ser un equipo más. Y claro está, si salen, que no quede en la retina que fue por construir un mal coche. El fallo es de otros...la FIA y Renault. No huyen, les echan...


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